Autism

La metalotioneina

 

Las investigaciones del Dr. William J. Walsch, Ph.D., bioquímico investigador del Centro de Tratamiento Pfeiffer, Illinois, EE.UU., sugiere que un defecto congénito en la función de la metalotioneína podría ser la causa del autismo. En su opinión, todos los problemas de los autistas, tanto inmunológicos y el cerebro/intestinales, pueden explicarse por el mal funcionamiento de la metalotioneína. Todos estos hechos realmente parecen indicar un sistema con funcionamiento pobre de la metalotioneína representa un factor de estrés importante que contribuye significativamente a la causa del autismo.

 

La metalotioneína es una proteína que cumple funciones de vital importancia en el cuerpo. Hay cuatro clases diferentes de esta proteína. Se compone de 60 a 70 aminoácidos y 7 átomos de cinc. Una de sus funciones más importantes es la protección contra metales pesados​​. Por esta razón altas concentraciones de esta proteína están presentes en la membrana de la mucosa intestinal, donde sirve como agente de unión de metales pesados​​, a través del intercambio de zinc por mercurio, plomo, platino, aluminio, etc. No es necesario decir que en estos tiempos modernos la protección contra los metales pesados ​​juega un papel esencial en el mantenimiento de nuestra salud en un mundo enormemente contaminado. Continuamente ingerimos metales pesados ​​con nuestra comida, la ingesta diaria de mercurio en la alimentación es de aproximadamente 20 mcg y si los dientes tienen amalgamas, se añade una dosis extra dependiendo de la edad de la amalgama (desde 1mcg/día para la amalgamas viejas hasta 450 mcg/día para amalgamas recién colocadas). Muchas vacunas también contienen mercurio. En los Países Bajos, el hidróxido de aluminio se utiliza principalmente en las vacunas (25 mcg por vacuna). El aluminio también está presente en todos los tipos de materiales de embalajes de jugos, donde el embalaje está revestido con aluminio. Muchas personas todavía cocinan usando ollas de aluminio, sobre todo cuando están de vacaciones. Por lo tanto, metalotioneína es una proteína esencial. No sólo está presente en los intestinos, la primera línea de defensa, sino también se encuentra en el hígado, páncreas, boca,  estómago y cerebro. Los metales pesados ​​pasan la barrera hémato-encefálica sin obstáculos. Así, un bebé de dos meses de edad con una deficiencia de la metalotioneína que es inyectado con la vacuna DTPP/Hib en dos inyecciones separadas, se le inyecta con 2 dosis de 25 mcg de aluminio, y  es incapaz de unir y expulsarlo de su cuerpo dicho aluminio.

 

La metalotioneína también juega un papel importante en muchos otros procesos del cuerpo:

 

  1. Regula la concentración de cinc y cobre en la sangre.
  2. Es esencial para el desarrollo y funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
  3. Es indispensable (junto con los ácidos grasos omega-3) para el desarrollo de las células nerviosas (neuronas) del cerebro.
  4. Protege contra el excesivo crecimiento intestinal de levaduras.
  5. Previene infecciones intestinales.
  6. Está implicada en la producción del ácido gástrico.
  7. Influye en la sensación del sabor y textura de los alimentos en la boca.
  8. Tiene influencia sobre la regulación del comportamiento por el hipocampo.
  9. Está implicada en el desarrollo emocional y socialización (la amígdala).

Dadas todas estas funciones vitales de la metalotioneína, es muy razonable suponer que una deficiencia de esta proteína esencial puede dar lugar a todo tipo de problemas en el desarrollo del niño. Lo más probable es un trastorno genético esté implicado, y que no se haga evidente hasta que el sistema experimente una sobrecarga. Esto puede ser provocado por una vacuna, una infección bacteriana o viral, posiblemente en combinación con antibióticos, los empastes de amalgama de la madre durante el embarazo, etc. El hecho de que algunos científicos y médicos rotulen como puramente genética a la causa del autismo es la prueba de una pobre mentalidad científica y de la falta de pensamiento lógico. Es imposible los trastornos genéticos provoquen  un aumento tan explosivo del autismo. En los Estados Unidos, el número de casos de autismo ha aumentado de 1 en 180,000 a 1 en 180 y en algunos estados, incluso a 1 en 150. Por otra parte, ¡genético no necesariamente significa sin esperanzas o intratable! Del mismo modo, las mejoras en los diagnósticos no pueden ser la única causa, como algunos lo han afirmado. Los factores ambientales deben estar involucrados, incluso cuando exista una base genética.

 

La conclusión a la que apuntan estos datos es que puede haber una gran cantidad de niños con una deficiencia latente de metalotioneína que conduzca a un mayor riesgo para desarrollar toda clse de síntomas causados ​​por  factores ambientales. Probablemente, los síntomas que resultan del mal funcionamiento de la metalotioneína no solo se restringen a causar trastornos del el espectro autista,  sino también algunos otros trastornos modernos como el TDAH y otros trastornos de la conducta, la fibromialgia, esclerosis múltiple (EM) y síndrome de fatiga crónica (SFC), que podrían ser también explicado por esto. Incluso podría ser un factor en el cáncer. Durante muchos años he estado probando los pacientes de cáncer y muchos de ellos muestran altos lecturas de cobre y bajas de zinc. En mi práctica, he visto que muchos niños muestran un cambio desde un comportamiento autista total hacia el de un tipo TDAH. Muchos niños son diagnosticados como autistas en un punto y posteriormente con TDAH, o viceversa. La experiencia práctica y la investigación científica continua tendrán finalmente la última palabra.