• Aproximadamente el 85 % de los niños autistas experimentan trastornos intestinales y de asimilación.
• La mayoría de los autistas tienen problemas digestivos respecto a la proliferación excesiva de hongos, como la candidiasis, alergias alimentarias y la hipersensibilidad. Si hay presente en el intestino suficiente metalotioneína, los metales pesados tales como el mercurio o el plomo se unirán a sus grupos sulfhidrilo. Se necesitan los grupos sulfhidrilo de las enzimas para descomponer la caseína y el gluten. Muchos niños autistas tienen alergias gluten y caseína (más del 85 %). Estas enzimas también necesitan de zinc. Por lo tanto una deficiencia metalotioneína dará lugar a una deficiencia en las enzimas que descomponen la caseína y gluten. Esto a su vez conduce a una alergia a la caseína y el gluten.
• Un intestino permeable simplemente significa que hay una función defectuosa de la metalotioneína, lo que hace que el mercurio, el plomo y otras toxinas lleguen a la vena porta.
• Altas concentraciones de metalotioneína también están presentes en la boca, y una deficiencia puede dar lugar a trastornos en la degustación y a problemas de alimentación (por ejemplo, se niega a comer alimentos sólidos o con grumos).
• Las funciones de la metalotioneína en el estómago son:
a) producción del ácido gástrico,
b) suministro de zinc a las enzimas digestivas,
c) producción de proteínas contra las infecciones gástricas.
• La metalotioneína también juega un papel importante como mecanismo de protección contra la infección del intestino y las diarreas. Destruye a la Cándida y protege de la proliferación excesiva de hongos.